Nicolás Copano 24/7

Los Increibles
Nicolás Copano


Llame a 6 personas para ir a ver Los Increíbles y nadie quiso ir conmigo. Era 2 de Enero y me tope con un cine con unos 5 pre-púberes de unos 4 años preguntando cuando iba a comenzar la película. Habían 30º ambiente y la humedad relativa del aire alcanzaba, según el gran reloj del centro comercial al 22%. Llegue 3 minutos antes de comenzar la función y en base a mis predicciones los 2.200 pesos gastados valdrían la pena, a pesar de mis prejuiciosas visiones respecto a la aparición de esos animalitos ritalinicos de poco pelo y de labios babeantes, que en base a mi lamentable experiencia iban a gritar tanto o mas como cuando fui a ver El Día Después De Mañana y me los encontré acompañados por sus inconscientes y apocalípticos tutores quienes les mostraban sonrientes la muerte antes de que comenzaran sus propias vidas.

La primera barrera que Los Increíbles destroza es la de estar en presencia de una película para niños a pesar de sus colores chillones, que podrían ahuyentar a alguna chica de generación Blondie a cual quieras invitar al cine. Que la película comienze de forma mas pausada que las nuevas películas animadas se agradece profundamente, en especial en medio de esta nueva camada de cintas infantiles que intentan ser pasables gracias a sus chistes de triple diseñados especialmente para padres reventados por la melosa cultura videoclub Disney.

En “Los Increíbles” uno se encuentra desde el primer momento con una propuesta honesta que se aleja de la idea de “encantar a todas las edades” para lograr completamente ese objetivo. La historia de Bob Parr y su familia es la crónica de un superhéroe en retiro que decide regresar a la acción gracias a una propuesta de desconocido origen en la que se encuentra con todo su pasado en la cara. A pesar de que la descripción tambien podria funcionar para una cinta con Bruce Willis lo familiar se encuentra en la estetica Sitcom de sus dialogos y funciona a la perfección. Si SpiderMan 2 era cercana a las comedias adolescentes del postnoventa, Los Increíbles resume los mejores momentos de todas esas series familiares de bloque estelar de Sony y no aburre como la mayoria de ellas, a pesar de su duración y cantidad de personajes en activo.

El link mas cercano a la cultura pop de la peli es el grosero clásico de Alan Moore y Dave Gibbons, Watchmen. Es como si la magnifica obra de arte comic mas importante de la historia, la hubieran cruzado con el Cartón Network. Síndrome tiene un pequeño dejo a Ozymandias, Bob Parr es un Buho nocturno con un saborcillo a Capitan Marvel y la salida de circulación de los heroes en el universo Disney Pixar tiene una conexión evidente con el acta Keene.

¿Qué mas se puede pedir de un domingo familiar en el cine? Cuando sales, la sensación de que todos tus parientes tienen mas de algun poder secreto y pueden terminar contentos tomando helado en esas gelaterias con sabores que dañan el higado.

Los Increíbles lo logra, por eso se lleva Cinco Basureros. Un film notable para empezar el año.