Nicolás Copano 24/7

La Nacion Domingo, 6 de Mayo de 2007
ELCOMPETIDORMASPODEROSO
Por Nicolás Copano

La velocidad a la que Internet ha cambiado la sociedad durante mis pocos años de vida, muchas veces me obliga a no tomar vacaciones con tal de no dejar de comprender el mundo –no como muchos de mis amigos que lo han hecho voluntariamente para ser más felices y poder capear la intoxicacion–. El cambio cultural de los referentes informativos y formas de comunicarse hace a este mundo más rico y complejo. Pienso en mi hermana chica que desde pequeña ha tenido un messenger para enviarnos emoticones y llamados de webcam con tal de observarnos de todos lados. ¿Cómo moverá ella su red social?

Tendrá la posibilidad de capturar gente en su lista y conversar día y noche con ella. Mis compañeros de trabajo y yo seguimos desarrollando contenidos desde nuestros hogares, fuera de la pega. Y pensar que cuando comenzó esta oleada web existía un suplemento que se llamaba “Mouse”, distribuido con “La Tercera”, donde hablaban de “qué es un mega”. Je. Una vez mi papá llegó con un disco duro de un giga y dijo: “Esto no se acabará nunca”.

Hoy necesitamos muchos más gigas –es más, a esta altura necesitamos terabytes– para sólo prender nuestro PC . Lo exige un Windows que a cada actualización pide más capacidad, y la mouse de este momento se llama Fayerwayer www.fayerwayer.com y está hecha por un equipo que no depende de ninguna gran compañía de contenidos, sino que se basa únicamente en el entusiasmo de una legión de geeks. Y sin duda, por la cantidad de posteos, tiene una credibilidad a toda prueba. Cambio el foco.

Ingresando a la página no pude dejar de sorprenderme con la gran noticia de la semana en la red, el caso Digg www.digg.com, una aplicación Web 2.0 (un sitio dinámico comunitario) en la cual los usuarios destacan contenidos navegando. O sea, si Julio Videla, Franz Kafka y Nelson Mauri diggean, la misma página va escalando en su categoría hasta ser un highlight mundial. El rollo empezó cuando la comunidad pirata logró romper el bloqueo de los HD/DVD y lo subió a Internet, lo cual obviamente pone a tiritar a la industria del cine, que pensaba haber zafado de tanta copia a través de un nuevo sistema.

En ese momento, miles de personas copiaron en sus sitios y destacaron el código, que Digg censuró torpemente en primera instancia, provocando el rechazo de miles de computines que respondieron protestando y colocando en las más diversas presentaciones el dato. Finalmente, Digg tuvo que salir diciendo que asumiría en nombre de los usuarios todo tipo de represalias. Pobres.

En Internet, el cliente ya no solamente tiene la razón, sino que también puede rebelarse contra sus contenedores; por tanto, a corto plazo, con tanta plataforma lo más probable es que se transforme en una competencia y pueda desarrollar sus propios canales de contenidos que respondan a la norma oficial. En Chile www.porlaputa.com, un maravilloso sitio de basura y contenidos nacionales, está desarrollando podcast de audio y video. O sea, tiene un multimedio por Internet.

La radio y la tele tienen nuevos semilleros. Tienen dos opciones: cooptar a los usuarios, al más puro estilo “Rojo”, o transformarse en filtros de contenidos –el Google del Google– en base a estéticas e ideologías. Si no, más temprano que tarde enfrentará al peor de sus competidores: sus propios clientes. Y ésos sí que tienen claro lo que quieren. LND