20130305

Todos los dias es navidad en Polonia

El Invierno polaco es como un especial de navidad eterno. En las calles, los adornos y las luces aun rememoran el paso de Santa Claus por aca. Estamos a pocos días del retorno a clases de los Universitarios y del inicio de los intercambios en Europa del Este. A mi lado, en el restaurant Zapiezek - suerte de McDonalds de la comida local - esta Rosa y Leo, quienes vienen de Mexico a estudiar y me invitan a tomar un brebaje de naranja, limon, clavos de olor, miel y vodka caliente. Aca todos beben alcohol 24 horas para temperarse y sobrevivir a los 15 grados bajo cero que podrían eliminar tus dedos si no usas guantes.
Cuando eres turista conoces gente al instante si habla tu idioma. Yo llevaba días sin escuchar el lenguaje español, hasta que salude a Rosa y Leo en Ingles. Al escuchar como hablaba obviamente cambie el switch. Es un rito saludarse y conversar con los que se parecen a los tuyos y todos los latinoamericanos pasan a ser tu familia en un viaje. Es el instante donde vuelves a casa de sorpresa. Los conocí al pedirles una foto en el viejo barrio de Varsovia, cuya caracteristica es ser protegido por la UNESCO y destacado por su reproducción casi exacta despues de los bombardeos de la guerra. Todos los adultos tienen cara de haberla vivido. La pena no se va.
Rosa y Leo tienen de guía a Nikki. Nikki es un chico de tono duro pero buen corazón que nos saca de paseo por esta ciudad. Al prender la radio del auto, parecen los ritmos sacados de Vladivostok FM: La radio del Grand Thief Auto 4. Rap mezclado con cantos en polaco clásico.
El Mall del centro de Polonia se parece a Epcot Center en su forma, y tiene lo que hay en todos los centros comerciales del mundo, pero con una condicionante especial: los precios en comparación al resto de Europa. Es por eso que muchos toman los aviones de bajo coste como Ryan Air para comprarse todo. Ryan Air es como un Bus con alas, donde te cobran mas si llevas peso y no existe ninguna comodidad: los asientos no son reclinables, cuando aterrizas suena una bocina tipo Windows 95 que recuerda los escasos atrasos de la aerolinea y la comida se te cobra. Incluso a veces hacen Bingos para ganar un auto que nadie se lleva. Por lo mismo son vuelos extremadamente baratos que son perfectos para moverse de un punto a otro de Europa.
Nikki, nuestro guía, nos habla un poco del ambiente y de como se llevan con los visitantes de otros paises. “Aca no hay buena onda ni con los Rusos ni con los Alemanes. El problema es que a estos últimos en los colegios les enseñan poco y nada de las atrocidades que hicieron en la guerra. Por eso, hay algo de distancia”. Confiesa mientras cae la nieve. El museo del alzamiento del ghetto de Varsovia y los monumentos recuerdan a cada momento el dolor de epoca.
Yo estoy aca, y pienso en Chile. Y pienso en las peleas, y en los vecinos, y los cantos pelotudos que nuestros marinos hacen para enorgullecerse de la posibilidad de matar y la humanidad. Pienso en eso, y pienso en la pequeñez del mundo ya que no se hablar polaco, pero me defiendo en el inglés. Inglés que alrededor de este centro comercial refleja el mundo que conocemos tu y yo. Que es el mismo en casi todos lados: en cada aeropuerto, un Frapuccino. En cada bar, una Coca-Cola Light. En cada tele la BBC, la MTV, Al Jazzeera y la CNN. Cambian los museos, cambian los paisajes, cambian los lenguajes. Pero siempre estamos en casa. Trate de comprar revistas en el aeropuerto y ya las tenía en el iPad. Trate de buscar un recuerdo y estaban todos en mi camara, compartidos y mezclados con los de otros conectados. No se si ya es bueno comprar recuerdos por lo mismo en los viajes: los mejores se guardan en el corazón.

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