Nicolás Copano 24/7

AESTAHORA,APOCALIPSIS
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La Nación Domingo, 23 de Septiembre de 2007, por Nicolás Copano



"Copa, la manzana de los Mac es la representación de la tentación. Es cromada y está mordida. Y todos quieren tener un iPod. Yo quiero el nuevo, y ya tengo uno", me dice Javier, que trabaja conmigo en Vía X. En los parlantes de la oficina suena el loop repetitivo del live set de Richie Hawtin. Me siento dentro de una novela. Momento Fuguet.

De fondo, en su computador, se renderea el cuerpo de Monty la Miss Chicha Fresca powered by Dióscoro Rojas mojada en un CarWash para el nuevo show de reggaeton que pasará la señal de cable. El programa va antes del mío. Pienso que el lunes tendré que bañar el estudio en Lysoform.

El domingo pasado cayó un meteorito en Perú mal por nuestros vecinos: primero Quenita, luego el terremoto y ahora esto y nadie tituló con ello. Nuestros periodistas tenían el alma tan ebria "who cares Peruvian people?" que sólo se dedicaron a cubrir fondas y ramadas para los noticiarios. "Vamos con nuestros consejos para el asado", rezaron todos los canales a las nueve, durante una semana. El asteroide llegó a una localidad perdida, llamada Desaguadero, e hizo que 600 personas sufrieran jaquecas y diarrea. Si esa misma piedra gigante cayera sobre una ciudad tipo Nueva York, la CNN nos llenaría día y noche de mensajes tipo "Ataque terrorista extraterrestre" o "Alerta radiactiva violeta", y Carlos Zárate, Míster Desgracia, saldría a contarnos la lamentable situación de nuestros hermanos gringos.

Es el efecto Madeleine: los primeros 15 minutos el mundo muestra llorando a la parejita primermundista que primero llamó a Sky News y luego a la policía portuguesa , pero con el paso del tiempo vienen el juicio y el ridículo. Todos los días hay una Madeleine perdida en las breves de nuestros diarios regionales. Pero la valoración del mundo básicamente se sustenta en la clase de shampoo que te echas en el pelo. Una idea terrible, propia de un mundo que se viene desarmando en miles de islas. Una sola cultura universal, marcada por el video de una adolescente a la que sus compañeros de curso grabaron haciéndole una felación al pololo y la preventa del Halo 3. La ropa de moda son los harapos que los adolescentes WASP desechan y mandan a Sudamérica en containers. La gramática está siendo destrozada por el lenguaje codificado de chicos adaptados a escribir vía SMS, que colocan frases como "me olbide de desirte que salistes mas lindozz que nuncazzzz" en los fotologs en que sus hermanas muestran el traste. Y a nadie le importa. Mientras, la Iglesia propone que vuelvan las misas en latín, y la elite asustada empieza a creer firmemente en que son los elegidos para salvar a Real Life, que no es lo mismo que Second Life. Ya no hay límite entre la realidad y la ficción: todo parece exactamente copiado a esos cómics ochenteros de Batman, donde la oscuridad respondía a lo fluorescente. Los únicos colores que nos quedan hoy son los de las pantallas de alta definición, donde la vida se ve como carrete con actores de moda: pura sonrisa. Mientras tanto, en el centro, carente de noticias, sólo encuentro un titular que llama mi atención luego de esos cinco días apocalípticos en que explotamos lo peor de lo nuestro: "Senador gringo demanda a Dios". Lo culpa de las masacres y su indiferencia. Y Dios no responde. Estamos viviendo el fin del mundo y nadie se da cuenta. LND