Nicolás Copano 24/7

RETRANSMISIONES
He vuelto. Había dejado un poco desolado esto. La radio y la tele 2008 provocan vertigo. Sigo contento escribiendo articulos y columnas que dejo por aquí, por la Zona, La Nación Domingo y otros lados. Y por si fuera poco GOU! , la empresa de Infoentretenimiento en la cual estoy a full ocupa mi tiempo. Es una buena vida trabajando con mis amigos.

Y con ellos, disfrute mirando el partido de Chile en un asado el Domingo, con toda la tensión que eso implica...



En tanto, lanzamos Mario Galaxy en Canal Copano e hice un Review en la Zona. Mirenlo aquí.

Volvi a la radio. Estoy de Lunes a Viernes a las 6 en el Contrainformativo de Rockandpop. Y me entrevistaron las chicas de Cuchillo Carnicero de la Radio UC. Escuchenlo aquí:




Les dejo las columnas de La Nación Domingo de las últimas semanas. Espero el intercambio de siempre. Un abrazo.

LLUEVEMISERIA
La Nación Domingo, 18 de Noviembre // Por Nicolás Copano

Los terremotos y las inundaciones son como la lluvia que desnuda la suciedad de los autos: estamos tan acostumbrados a que la miseria esté pegada en nuestra estructura que no podemos ver el color real de las cosas. Pero cada vez que un fenómeno natural resetea el mundo de los pobres y éstos quedan en la calle, albergados y llorando frente a los medios de comunicación los mismos que prefieren dar monitos animados en vez de un encuentro presidencial o que expresan su línea editorial poniendo un culo en la portada , nos damos cuenta que existen. Pasa lo mismo con los diputados que, haciéndose los chistositos, aprueban darle una luca al Transantiago. Probablemente, cuando miran desde sus autos con vidrios polarizados cómo la gente sufre en colas eternas, apretada en los ventanales de las micros o transpirando angustia en el Metro, piensan que la comprenden. Pero si un día se quedaran de patas en la calle y se dieran cuenta de cuán poco efectivos son algunos en cualquier labor que no sea vender mercadería ideológica podrida, comprenderían que no es así y probablemente no serían capaces de cometer esa clase de faltas de respeto.

Ya he pataleado muchas veces por lo que veo en la pantalla chica: una falta de compromiso gigante con el público, ejercitada a través de la cobertura permanente de los actos de seres que viven en discotecas y en eventos ordinarios; en lanzamientos de productos a los que los televidentes jamás podrán acceder, y en el humor ombliguista de una generación que fue criada en dictadura y que es incapaz de criticar porque aún tiene miedo de ser perseguida por lo que piensa. Y de esto son cómplices un montón de personajes que adoran la estabilidad sobre cualquier cosa, especialmente después de que se pusieron corbata y consiguieron un puesto como ejecutivos.

Jugando a ser influyentes, entregan la doctrina del silencio: rezan objetividad mal entendida en un mundo poco objetivo. Hablan acerca de la ética, pero se transforman en secuaces de comportamientos dudosos. Buscan que los vean, pero que no procesen. Que los compren, pero no los usen. Nuestra tele funciona como un sedante para una población llena de superficialidad. Y por eso se venden extremos, y la cultura es "Una Nueva Belleza", cosa que es relativamente cierta: ese es un espacio válido para un cierto grupo intelectual, cuestión que debe estar presente, pero que tampoco debe ser como es impedimento para que la cultura se exprese en espacios menos codificados y más abiertos a un público cuya educación es pésima. Nos hacen creer que entretención equivale a un concurso de cuarta, donde muestran "talentos" con poca inteligencia y se usa a la gente de escasos recursos para justificar menos ropa.

El viernes ocurrió algo colosal, sobre todo en un país ombliguista como el nuestro: el diario español "El Mundo" relató, sorprendido, cómo en Chile los canales de televisión, mientras en el norte seguían cayéndose los techos y las fachadas, volvían a transmitir farándula y a hablar de Miguel Bosé. No es la primera vez que la pega del gremio queda en vergüenza, amigos. Hace algunos meses, la televisión argentina y española mostraron muchas más verdades sobre la muerte de Pinochet, mientras los nuestros estuvieron a punto de canonizarlo al aire. Las únicas coberturas que quedaron en pie fueron las de los diarios online: los ciudadanos, como "El Morrocotudo", o las coberturas de sitios como Terra y Emol. Los blogs escritos desde el norte exhibieron más realidad que una caja que siguió siendo idiota. Tendremos que descargar la verdad en los próximos años, y no dudar cada vez que la pasen. Probablemente se acerque mucho más a los hechos y menos a la manipulación que, apenados, los chilenos tenemos que aguantar todos los días del año. LND

NOSJODIMOS
La Nación Domingo, 11 de Noviembre de 2007 // Por Nicolás Copano

Chávez llegó cantando al aeropuerto y no tenemos un programa que pueda parodiarlo como se debe, sin esa estúpida inocencia tipo “De Chincol a Jote” ni la histeria de nuestro “CQC”.
Carla Ballero fue obligada a comer caca de perro por su ex pololo", reza la portada del diario a las 5:45 a.m. La tinta esta fresca y la calva de Casanova, el adicto a los anabólicos que obligó a humillarse a la hermana modelo del ex chico reality, se ve más brillante. ¿En qué momento nos jodimos?, me pregunto, con la madrugada enfrente. Recuerdo cuando uno de mis compañeros me contó que, cruzando por Quilín en un radiotaxi, vio como un travesti le hacía una felación a un obrero que sonreía mirando las estrellas. La mañana es radiante y marginal. La tele sólo muestra las grandes calles con autos nuevos. Los periodistas cuentan noticias que no interesan, pero la soledad es tanta que la gente deja la tele prendida para no sentirse sola o para no tener que hablar con familiares.

Hay más plata que hace tres años, cuando todos estaban deprimidos. Ahora estamos igual, pero con más cupo en la tarjeta. Si existieron los locos años veinte y los cocainómanos ochenta, ¿en qué época estamos? En ninguna. El video en Internet se titula "Obedece a la morsa" y es la clásica canción de jardín que dice "La pequeña araña ", pero acelerada y con un travesti con polio moviéndose. Todo grabado en 1976, como parte de un documental. Según dicen, la canción tiene ultrasonido y destruye las neuronas de la gente. En serio. Conspiranoia adolescente ¡Estos pokemones ni siquiera respetan a los neoclásicos! El origen de aquel thriller electrónico es "El aro", basada en una película japonesa de 2002 que convirtió al microondas en mi peor enemigo sicológico.

Llego a esto porque una amiga de Valparaíso, apenas la vi una vez en la vida pero la tengo en Messenger desde que tengo uso de internet y una pizca de razón me comentaba que siente que todos los días su cerebro flota en un vaso de información que se rebalsa. Y también porque ella me tiene en Facebook la red social del momento, todos la tienen pero nadie tiene claro para qué sirve y está al lado de varios académicos con los que comparto visiones. Y si la cosa se está jodiendo es por culpa de los medios, que no saben cómo administrar todo esto.

Ahora que la voz está realmente en la gente, la industria de los medios está en peligro. Cuando millones de personas generan una verdad propia y la comparten, aunque sea en grupos pequeños, se transforman en competencia. Y para muchos, aunque suene terrible, la existencia de los otros es bastante más interesante que la pauta política, económica y social del mundo. Díganme si no es más entretenido explorar las bellezas nacionales en Fotolog que en mi show televisivo dieron origen a Señorita Flog, un concurso sólo para divas en internet en vez de leer las últimas noticias sobre la vida de Raquelita.

Chávez llegó cantando al aeropuerto y no tenemos un programa que pueda parodiarlo como se debe, sin esa estúpida inocencia tipo "De Chincol a Jote" ni la histeria de nuestro "CQC". Por otra parte, la alimentacion de Carla Ballero es mucho más importante para el 75% de la gente que la cumbre de presidentes. ¿Cuándo saldremos a la calle de nuevo y dejaremos de hacer periodismo para periodistas? ¿Cuándo dejaremos de tenerles miedo a quienes nos dan de comer? Hay veces en que nuestros diarios, con todos sus códigos, parecen más un gran supermercado de productos que una exhibición de verdades recién descubiertas. Eso es lo que más jode y es más tonto que la gente que tiene que mirar tonteras porque sabe que no hay respuesta en otros lados. LND