Nicolás Copano 24/7

LOSFANTASMASNOEXISTEN

Domingo 9 de Septiembre de 2007 / Nicolás Copano para La Nación Domingo

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Fantasma: no estarás acá para este septiembre 11. Durante años en mi vida sólo fuiste una caricatura para chistes. Cuando avanza el tiempo, sin haber vivido tu período de gloria, cuando las hojas no se movían sin que lo supieras qué experticia en decir huevadas, eras un gran comediante me doy cuenta lo malvado que fuiste y me angustia pensar que mis padres no pudieron salir a la calle de noche ni dar su opinion por tu culpa y la de tus delirantes cómplices. Esos que anteponían cualquier motivo a la vida de los demás para construir un legado. A mí me da frío y pena pensar en todos los que perdieron la vida. Ojalá ellos razonen lo mismo, pero no veo ningún "nunca más" dando vuelta, por eso hay algunos que siempre se lucen con cada manifestacion, con el descontento, con la lata de que las cosas no sean justas, con la frase "esto es como en el 73" amenazando nuevamente con patear el tablero. Porque les gusta mantener el miedo imperante. Porque viven con un Bush pagando cuentas en la cabeza.

¿La herencia que nos dejaste? Huy. Te la relato mirando a mis amiguis pelolais: susto. Muchisimo susto. Desconocimiento. Barrios que no se ven por la tele. No soy de los que cree en un país "dividido". Creo que hay un país ignorante. De desconocimiento, de pasar de largo, de gente que se quema a lo bonzo frente a ejecutivos de Wall Street. Al fin y al cabo, vivimos en dos países: una Suiza de cartón piedra y una pobreza de Miami, a tres cuotas sin interés.

Es tan fuerte nuestro pasado que ni siquiera podemos reconocernos. Hoy, la clase media juega a ser media alta, arrancando de asumirse. Por eso nadie sabe qué piensa. Es más: todos dudan si piensa algo más que cobrar el cheque a fin de mes. Y hay un montón de pobres a crédito que se visten en liquidaciones jurando que están de última moda. Vida particular subvencionada. Ni contar por los que han optado, gracias a toda la falta de opciones que diseñaste entregando el país a un neoliberalismo delirante y sin control, por dejar la idea de la educacion de lado y montar redes delincuenciales para tratar de alimentar a sus hijos, o simplemente llenarse ellos de lucas para enchular sus autos. Uno podría llegar a pensar que gracias a Dios tenemos grandes políticos preocupados de esta situación, formados en grandes universidades extranjeras, que están empecinados en buscar una solución. Al carajo: sólo tienen la cabeza llena de su cannábico y placentero egoísmo. No saben ni tomar micro. Estan mas preocupados de la salud de los cajeros automaticos que de la pobre gente que no tiene que comer.

La mayoría del país es capaz de vender a sus hijos y su madre por plata. No tenemos fortaleza, ni unión, ni respeto por el otro. Reyes de la discriminación. No somos un país, sólo un simulacro lleno de grititos patrióticos. Septiembre lleno de ebriedad, hilos curados para rajar cuellos de niños y evasión. Por eso nos conformamos con todo. "Es que somos chilenos, compadre, y el chileno es un poco chaquetero y un poco solidario". Uf. O sea, un cínico de mierda. Puras sospechas. Una vez, un amigo mío me comentaba su experiencia con un fan de tus locuras, quien al discrepar respecto a tu obra, le dijo: "Si estuviésemos en las circunstancias de esa época, yo te mato". No debe ser el único que piensa así. El otro día vi "Exterminio 2", una película de zombies furiosos que muerden a la gente y se contagian del mal, y vi reflejada toda la herencia hiriente de tu época. Lo que más me indigna es que quienes nos prometieron cambialo todo tienen el mismo virus.

Me consuela saber que tus últimos días fueron un triste reflejo de todo tu poder. Y te fuiste apagando, hasta ser renegado. Es que los fantasmas no existen. Ojalá en medio de todo este egoísmo, alguien tenga los cojones para presionar pausa y jurarse no repetir los errores. Dejar de atropellarnos y construir un país de verdad. Basta de tanto orgullo. Es hora de trabajar por algo mejor.