Nicolás Copano 24/7

CAMBIAELVIENTO
http://tinyurl.com/23xj63 / LA NACION DOMINGO, 7 DE OCTUBRE DE 07´
Por Nicolás Copano

Finalmente están construyendo el monumento a Jaime Guzmán Errázuriz en Sanhattan. Había olvidado el asunto. En principio, se ubicaría frente a plaza Italia, pero el temor a que su recuerdo ¡gracias por tu Constitución! llenara el monolito de graffitis, meado de curados directamente exportado desde Bellavista y otro tipo de manifestaciones menores, hizo que lo trasladaran a un lugar frente a la Embajada de Estados Unidos. Qué ironía. En todo caso, esos íconos no hacen bien hoy en día. Por más que la UDI trate de revindicar esa imagen que un día le habló a Pablo Longueira, saber que ese monumento no se instalaría bajo ese cruce virtual del que nos hablan nuestros tíos abuelos y hermanos mayores abajo de plaza Italia, arriba de plaza Italia estructura ideológica y económicamente un rincón de la ciudad. Ese lugar de árboles bien podados, departamentos luminosos y supermercados llenos de madres con autos grandes que vienen de hacer step. Esa es la verdadera división, la que le juega en contra a Piñera. La que hace que mi padre jamás vote por la derecha. La de, al fin y al cabo, defender una serie de morales atrasadas y proteccionistas, propias de club cada vez más limitado. El juego de una elite alimentada sólo por sus deseos de arribismo. Esa que determina no leer ciertos libros, no ver ciertas películas y no consumir ciertos productos culturales, en lugar de pensar en el bien de todos; de crear patria, no patrones, y de inventar códigos que embellezcan nuestro país.

Pensaba en ello durante el estreno de la película del Rumpy, cuya tercera historia está vinculada directamente con eso. Acá hay dos tipos de personas: las que generan y los críticos. A los segundos los conozco muy bien: he convivido y he sido parte, lo admito de esas legiones de quejicas. Creo que la honestidad bien entendida hace bien. La intención de que las cosas sean mejores, que no es lo mismo que caer en la verdad personal y absoluta. Así que cuando leí algunos párrafos de ciertas críticas a la cinta que a mi gusto es excelente, emotiva y configura ese Chile que no existe hoy en los medios de comunicación, y me hace sentir orgulloso de poner mi granito de arena estando en la sala , me dio la impresión de que era como decir "huy, cómo me gustaría filmar, pero no me da.". Lo de "Radio Corazón" es el país de verdad, no una parodia. Son nuestra torpeza y nuestra humildad hechas poesía. Es honesta, es secreta, es real. Es 2007. Es Chile definiéndose entre su cinismo y el resto del planeta. Es nuestra angosta faja de tierra, sin Pinochet ni alguien que nos defienda.

Al día siguiente, los Pinochet boys se fueron al chucho en grupo. Mas allá de todas las reacciones y sospechas que provoca en cierto sector de la población Hermógenes el primero el que Los Soprano hayan sido detenidos justo en la semana en que se publica una encuesta en que el apoyo popular a nuestra Presidenta y su peinado a lo He Man baja a un lamentable 35%, está claro que ya ni siquiera sus partidarios justifican el legado del dictador. El enriquecimiento ilícito del que esa familia de apellido ayer poderoso y sus asesores disfrutaron durante años, hoy parece más propio de un clan de rateros rascas, parecido a los que suelen mostrar los programas periodísticos para que nos olvidemos por un rato del poder corrompido. En el Chile de hoy nadie le tiene miedo a un Pinochet, salvo, claro, la televisión, incapaz de hacer chistes para no fastidiar a un fantasma. "Mejor tírate un chistecito de suegras", dicen desde el switch. Lo bueno es que en el cable eso no pasa. En todo caso, ese día en Canal Copano celebramos con bombos y platillos el cumpleaños 90 de Violeta Parra. Mejor es pensar en lo bueno que le quedará a las próximas generaciones. El resto, el juicio, la historia, está pasando aquí. Ahora.