20070606

FACTORACTUALIZACIÓN

Con columnas acumuladas y programas de tele y radio funcionando, me doy el gusto de subir todo el material escrito ultimamente en LND.

Les invito tambien a analizar las conclusiones sobre el supuesto "fin de Mekano" - mas alargado que la muerte de Superman . - en www.zona.cl/medium

Opinen que se le lee. Un abrazo como siempre.

YO NEONOSTALGICO
La Nación Domingo, Domingo 3 de Junio de 2007

No hay nada que me alegré más que ver a los ’80 culturalmente en retirada. Se siente cuando ya empiezan a ser parodiados por bandas que muestran el feísmo de esa época al máximo. Esta semana escuché a Moderatto, una banda mexicana mezcla de Miranda y Poison que se burla de esa cursilería ruda. Qué época más fea. Qué peinados más lamentables. Qué gente más sucia en la tele. Qué diarios más malos. Gracias a que nací en 1986, y debido principalmente a los documentos de historia y a la férrea y sospechosa defensa afectiva de sus protagonistas (¿síndrome de Estocolmo?), para mí esa época es sinónimo de dictadores, muerte, miedo y toque de queda. El único gran carrete era buscar la libertad, y lo único bueno –a la distancia–, el germen de una Concertación con ganas de gobernar (¡y cambiar las cosas!). Además, por cierto, de todas esas revistas que gozaban de buena salud camino a la democracia, pero que esta misma asesinó brutalmente, quitándoles todo apoyo, para que no se hablara mucho de las cosas pendientes ni las que vendrían. La medida de lo posible, pues.

Si es por hablar de música, las buenas canciones siempre suenan nuevas. Discos de Pink Floyd o The Beatles son descubiertos por nuevas generaciones y por eso se siguen vendiendo y compitiendo con My Chemical Romance. El resto es sólo un recuerdo cariñoso. “Tarzan Boy”, de Baltimore, definitivamente no es un buen tema. “El festival de los robots” tampoco era una buena serie de monitos. Y los más viejos no tienen moral para hablar mal de los “emos” si ellos crecieron con Candy Candy y Ángel, esa pelotuda que tenía la flor de siete colores en su patio. La fomedad del “Jappening con Ja” sonaba divertida porque no había nada más: “Ríe cuando todos estén tristes”. Por si fuera poco, las series gringas eran arruinadas por los pésimos doblajes. Al fin y al cabo, por eso es que Chávez nos cae mal de presencia: porque es ochentoso, porque sus imágenes tienen la textura de lo viejo. Da la impresión que hay que entregarle con suma urgencia un diario informándole que cayó el muro. Es un fascista de izquierda: usa la censura para validar su discurso. O, como me lo planteaba un amigo: “Detesto Mega, pero eso no significa que haría callar sus aburridas voces”.

En retirada la nostalgia, se viene el recuerdo de lo nuevo. O de lo no tan nuevo: sitios en Internet que tributan los viejos juegos de Súper Mario, miles de horas usadas para mirar monitos como las Tortugas Ninja, los Tiny Toons o los “Hola, enfermera”, de Animaniacs. Oasis, Radiohead, Blur y Nirvana. Una época feliz: con Bill Clinton gobernando el mundo, Boris Yeltssin borracho en los foros internacionales y el Canal 2: “Plan Z”, “Gato por liebre”, “Maldita sea”. La alegría, claro, duró sólo hasta el Chile-Brasil de la segunda ronda en Francia ’98. Después, adiós: llega la crisis asiática, Lavín sube en las encuestas y el país empieza a descubrir “Mekano”. Aninat dice “hay que cuidar la pega”, y de pronto, ¡chan!: no había pega. Pero hasta los períodos más oscuros se acaban. Hoy, en parte gracias a la llegada de los weblogs, hay más voces, más opiniones, más disidencia. Los ’90 fueron hermosos pero plásticos. Los Backstreet Boys y todos sus derivados, las malteadas, “Salvado por la campana” en Canal 13 y la llegada del cable. Todo perfecto, precioso. El capitalismo esparciéndose sin control por el mundo. Es que todo parecía tan simpático, como la gente que atiende Starbucks.

ACABAR CON EL FEÍSMO

La Nación Domingo, Domingo 27 de Mayo de 2007

Aunque ya antes había sido dado por muerto, el viernes acabó una de las principales pesadillas culturales de mi adolescencia: un espacio llamado “Metano”. El Frankenstein televisivo que desde 1997 nunca pude soportar por más de tres minutos. Pasado ese instante, me invadía la angustia. ¡Tanta belleza fea en pantalla! ¡Tanta mediocridad! Cuerpos de baile que no estudiaban y el sudor de un montón de chicos sumergidos en la moledora de carne catódica.

Tal como existe esa división de los hombres que gustan o no del fútbol, estaba la de los que veían y los que detestaban –una inmensa minoría, lo admito– el siniestro programa vespertino de Mega. Un exitazo, sin duda, más allá de lo que uno piense con su control remoto en casa, y que inventó una raza de zombies dedicados al carrete, de propulsores del feísmo. Ya sea en su contrarrespuesta como en sus fans. Esa triste pobreza en la propuesta y en la exigencia a la hora de consumir. Ese escape básico, encabezado por bandas musicales de sonido primitivo, como Mago de Oz, o por el terrible reggaeton, para los que incubaron el virus dentro de sí. Hay mucho chiste desde la cerveza y la papa frita los viernes por la tarde. Mucho resentimiento, mucho daño. Tumores malignos de odio que hay que extirpar del alma. Cosas mal hechas y torpes dando vueltas por ahí, nacidas desde las vísceras y provocadas, al fin y al cabo, porque el gusto de la crítica amateur nace del sueño de verse a uno mismo o a los amigos haciendo eso. Pero sin mover un dedo no se puede competir. El problema es que ese lloriqueo corroe la construcción. No vamos a tener una cultura propia y generacional, con referentes y respuestas en todos los ámbitos, si no dejamos hechos por lo menos un par de pisos.

Hay gente que no da una semana: siempre se basa en el prejuicio para decir “sí o no”. A mí me toca vivir en dos ambientes: el del creador de conceptos y el del periodista-blogger, que plantea la duda siempre que ve entusiasmo. Por eso es que uno baja la línea etaria para acomodarla a su receptor: los quinceañeros no tienen prejuicios. A ellos todavía se les puede enseñar el mundo, y más encima tienen el entusiasmo que después te extirpan del alma en los pasillos de las universidades, de los institutos, de los colegios obsesionados por la PSU. Una amiga que estudia en la Usach me decía esta semana que una anciana decrépita que le hace clases –y que seguro bailó música libre y no axé– le puso un 2 porque, según le dijo, “está demasiado bueno el trabajo”. A otro, que además de estudiar trabaja, un profesor lo rajó: “¿No prefería ganar plata?”, se burló. Así. Como el otro hace algo que le gusta y uno no, vamos a pisotearlo, aunque tenga menos años. Enseñar así es crear frustración.

Pero, por lo mismo, también se ve luz al final de este túnel por el cual corremos con sangre nueva y ventaja. Lanzamientos de discos y propuestas importantes nacidas de la era del MySpace. Iniciativas culturales y mediales en la Web 2.0. Las herramientas de Internet abren más posibilidades que nunca. Posibilidades de terminar con ese complejo tan chileno de cerrar la puerta “porque se parece a”, como suelen disparar los opinólogos contra las cosas que funcionan. Cabros, un pequeño mensaje a aquellos que detestan todo lo que huele a español, gringo o argentino: el mundo no se parece al patio de sus casas. Acá triunfó el Caribe. Hay que dejar de cortar piernas antes de que salgan a la cancha y darle un tiempo de gracia al esfuerzo. Terminemos de una vez con el autoboicot generacional. Si no jamás tendremos nada, y tendremos que seguir quejándonos de cómo los genios del mal nos imponen modas basadas en el sexo y el toqueteo. En la imagen de la Bolocco en pelotas dando vuelta las 24 horas del día. En Pops, Karen Paola, Monty y todos esos otros nombres que la inmensa alegría que siento por el final de Mekano me impide recordar. LND

CHILITO GAME OVER
La Nación Domingo, 20 de Mayo de 2007

La señora llora. “Me da tanta pena”, dice en la tele. Las bombas lacrimógenas. Los carabineros. Calzada bloqueada. Game over, Transantiago. Se acabó. Pantalla negra. Cámaras de control de tránsito: desesperados los oficinistas, los escolares, los trabajadores, se detienen en Las Rejas con Alameda, enfermos de susto por no llegar a su destino una vez más, y deciden tapar el camino. Nuevamente perdimos todas las vidas del juego. Se nos quedó pegado el computador. Fallamos todos.

Estamos bloqueados por culpa del otro, y del otro, y el de más allá, y por tanto, de uno mismo. La sociedad está cobrando factura. El egoísmo tiene precio. El empresario que no les da un sueldo como la gente a sus trabajadores está molesto porque sus empleados sacan la vuelta sin darse cuenta, como una venganza inconsciente. Los profesionales sienten que sus cartones no sirven de nada y se vuelven esclavos para mantener a sus familias. Las dueñas de casa, desesperadas, sufren porque sus hijos no paran de fallar. Los chicos ven que el reflejo de su futuro está en casa, molesto y lleno de deudas, y por eso apedrean lo que ven, en las protestas y en los partidos de fútbol. Eso es lo que vive la mayoría del país: frustración, dolor. En general, los chilenos somos monstruos chaqueteros incapaces de mover un dedo. Nadie tiene los cojones para solucionar esto. Educar valóricamente a millones de personas tarda años, y apenas podemos con los contenidos del colegio. Y súmele a eso que, en realidad, nadie quiere aprender, sólo dar patadas, como burrito. Es muy terrible la sensación de que hay más plata que nunca, pero te dicen “hay que guardar para tiempos difíciles”. Porque, en ese momento, igual saldremos perdiendo. En los ’90, todas las lucas se fueron al tacho por la crisis asiática. No nos sigamos mintiendo. Qué mala suerte que a Bachelet le haya tocado todo. Y que la gente en la calle lo vinculara a que es mujer. Un amigo extranjero me dice por MSN: “Se merecen todo eso. Es triste, eso y más. ¿Sabes por qué? Porque son una sociedad un poco lamentable. En ningún otro país hablarían, en medio de una crisis política, sobre golpes de Estado pasados. Sería como si los alemanes, necesitados de orden, invocaran a los nazis”.

La gente no sacó ninguna experiencia: a algunos les gustan las dictaduras. Y la culpa la tenemos todos: los medios de comunicación, que no saben informar y utilizan el miedo como método de venta; la derecha, con su incapacidad de proponer; la Concertación, con sus gotas que rebasan los vasos; el chileno medio, con su ánimo egoísta y aprovechador; los que tienen acceso a la cultura y a un mejor estándar de vida, porque su interés por el resto es nulo.

En Chile, la generación que debió haber tomado la responsabilidad política de solucionar el Transantiago tiene treintaitantos años. Pero fueron tantos años de no estar ni ahí que su representante en el Congreso es… Marco Enríquez-Ominami. ¡Chan! La carencia de políticos jóvenes, con ideas nuevas, exige que la generación de más abajo –entre 20 y 25 años– se obligue a tomar el control y darle una buena patada a los vejetes de siempre. Hoy, hasta el ala conservadora se percibe más joven y fuerte. Ellos, los treintones que tuvieron una adolescencia “en la medida de lo posible” son responsables de buena parte de todo lo que pasa; de buscar un buen pasar antes que un proyecto importante de vida. Hay que dejar de adolescer de una vez por todas. Si no, van a obligar a que nosotros, los más jóvenes, hagamos el trabajo sucio. Y, de paso, que nos odien un poco más.

TODOS LOS DÍAS DE LA MADRE
La Nación Domingo, Domingo 6 de Mayo 2007

Este país está agotado, aunque ni siquiera cruzamos julio. Se siente en la gente. Se nota en sus gustos. Se ve en los rostros pegados a los vidrios del Metro. En las caras de las filas de los bancos. En la ansiosa angustia que venden los quioscos por ver a Cecilia Bolocco en pelotas. Cada día más universitarios, altamente sensibles al exitismo imperante, reemplazan el viejo café con Coca-Cola para pasar la noche repasando con modafinilo, una sustancia que permite estar arriba 72 horas seguidas, sólo para poder estudiar una carrera que les demandará consagrar a ella su vida y así poder ganar un sueldo decente, aunque eso les signifique llegar a sus casas hechos mierda y casi sin fuerzas para saludar a sus hijos. Los que, como develó el Simce, lo más probable es que tendrán serias dificultades para leer y escribir. Esos mismos chicos hoy escuchan reggaeton, una mezcla explosiva, con videos donde salen chicas a las que nunca van a poder acceder; autos que nunca van a poder comprar –si no es recolectando plata a través de métodos ilegales– y al mismo tiempo letras donde hablan de mujeres engañadas, golpes en casa y lloriqueo con ritmo. Pobres diablos.

Pero ahí esta mamá. Viviendo en esa dimensión paralela. Con esa fuerza milenaria dando la pelea. Tu vieja. Mi mami. Como sea. Las que se fueron y las que avanzan. Las que se pusieron el traje de hombre y salieron a la calle a trabajar, dejando huérfanas emocionalmente –por el amor de realizarse y dar un buen pasar a sus hijos– a generaciones que viven con sus nanas, madres de otras criaturas que tienen el valor de dar amor. Y, en muchos casos, también a quienes tienen que reemplazar la sensación de protección, porque este mundo de malos sueldos no les permite tenerlas en casa, o simplemente porque quieren dar la pelea en el mundo más allá de las paredes de su hogar.

La mía es un milagro. Todos preguntan si es mi hermana, porque es una mujer joven y bella. Yo siempre le agradeceré profundamente todos los años que ha estado conmigo y que ha aguantado cada una de mis estupideces. Nunca olvidaré la primera vez que escribí una columna en la Zona de Contacto y la vi, apenada y asustada, por mi vida colegial. Había escrito sobre mi profe de castellano con nombre y apellido, e ingenuamente creí que se lo tomarían bien. Ese día me juré que nunca más pasaría algo así, y me propuse hacer que se sintiera orgullosa de mi trabajo. Ella es catalizadora de muchas de las cosas que hago, y por eso es la mejor para mí. Yo –un incapaz de mierda, que no se sabe lavar la ropa, se quema los dedos lavando platos y tiene serios problemas para abrocharse los cordones solo– agradezco que ella esté ahí, para consolarme en los malos momentos, aconsejarme respecto al futuro y ayudarme a ver la realidad cuando estoy aturdido por culpa del agotamiento. Todo Chile debería tener una igual.

A mi madre le podrán pasar dictaduras, temporales y terremotos, pero siempre sabrá hacer lo correcto. Es lo que pasa con las mujeres del país. Siempre incólumes, peleando. Por eso me incomoda tanto que lloren –y en esto confieso ser un penoso machista– frente a mí. Porque ellas sí que tienen adentro todo lo que le falta a este país, y porque justamente por eso serán boicoteadas millones de veces por tipos inseguros con cromosomas XX. Pero no hay que rendirse, muchachas. Ustedes nos crean, nos cuidan y nos explican el mundo. Sólo tienen que tener el valor de decidir el destino de lo que llevan dentro. Y saber que ser hombre o mujer no importa, lo que vale es ser persona. Y ustedes son más personas que muchos machitos. Mal que mal, hemos gobernado el mundo durante años y miren cómo lo tenemos, bien cansado. LND

11 comentarios:

  1. ¡Transantiago! ¡Zamorano! ¡Goleaste al pueblo... y al ser humano! Tenía razón la humanista.

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  2. Anónimo2:30 p.m.

    olaa nico...oiee la columna "todos los dias de la madre" de LND la encontre genial! me nknto lo q' decia! i las demas mui interesantes tb pero la mejor fue la que esta en la zona la de el final de mekano que la han alargado co mil semanas..es q' la ura es el programa mas patetico q' he "visto" en mi vida(si es q' se puede decir q' lo he visto por q' en realidad no) creeme q' teniendo 17 años jamas lo vii mas de 5 min si es q'.. por q' es lo peor!!

    nicolas eres el mejor! me encanta como erii!
    i esoo!

    Bsiitos para ti!

    Baii*

    paula_0802@hotmail.com

    PD: te ejo mi mail xq' kero q' respondas si leiste mi comentario [=

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  3. inteligentes análisis... y por eso te adoro!

    pd.: un fuckin pelotudo -a cargo de un proyecto en mi pega- me quizo hacer parecer como idiota, haciéndome dudar, por pequeños segundos, de mi capacidad haciéndome llorar de regreso a casa... por eso al leer las últimas líneas de tu columna "todos los dias de la madre" me llegaron a concho. Gracias por el consuelo.

    Saludos y un abrazo enorme.

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  4. Creo que acá se notan los cromosomas también, los comentarios de mujer son respecto a la última columna en la cuál hablas muy bien de nosotras.
    Solamente porque el resto de las columnas ya las había leído con anterioridad. Te digo que la última está genial, aunque no te deja muy bien parado a ti.
    Aunque no he podido vivir lo que tú por el hecho de que mi madre ha trabajado desde que tengo conciencia doble turno y jamás hubo dinero para nana.
    Y aún así, teniendo televisión y muchas cosas que podrían en alguna instancia corromperme, no soy ninguna punga cualquiera.
    Creo que lo que me motivó fue el hecho de darme cuenta tempranamente que lo que mi madre hacía lo hacía por mí y no podía decepcionarla.

    Tengo 21 años y hace 5 años que vivo sola, tuve que marcharme para poder estudiar, y acá estoy, muuuy lejos de casa, viendo a mi familia 2 meses al año e intentando sin consejo de nadie intentar la mejor persona que podría ser.





    Me extendí mucho!

    Paula B.

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  5. Lei sólo la primera columna pq trabajo en un escrito que debo entregar a un taller que asisto y claro, leyéndote siempre saco muchas cosas en conclusión...o cuestiono si estará realmente bien lo que pienso....das siempre otra perspectiva. Tienes razón respecto a los ochentas, pero también todo va a depender mucho del punto de vista que tienen las personas que miran tal o cual época. También naci el 86 y me suena todo lo ochentero a cuento viejo y fealdad... pero supongo que los 90's nos llaman la atención (y nos gustan, lo digo aplicable a gente de nuestro rango de edad aproximadamente) porque todo nos sonaba a nuevo, sin tener ese espiritu tan critico del que nos jactamos actualmente. ¿Si hubiesemos sido ya jóvenes en el 90 nos gustaría Blur, Oasis o Radiohead? Tal vez estariamos predicando que era mejor escuchar a Cyndi Lauper que esas moditas nuevas...Muchas veces somos hijos de nuestro tiempo solamente, aunque a veces...pecamos de arrogantes...


    luego leo el resto
    (y ojala que no sea "moderado" el post ajajaja)

    CamiL

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  6. Anónimo5:57 p.m.

    "sólo para poder estudiar una carrera que les demandará consagrar a ella su vida y así poder ganar un sueldo decente, aunque eso les signifique llegar a sus casas hechos mierda y casi sin fuerzas para saludar a sus hijos."
    - columna TODOS LOS DÍAS DE LA MADRE.

    cierto, pero así es la vida de muchos, aunque ¿sabes?
    es sólo cosa de hacer cada día mas especial que otro :) cambiando la rutina y ya veras que vivir no es tan malo.

    y si no te gusta, pues yo que yo tomo un 'cuteau' y shh cuash :)

    una filosa por la garganta pero, la gente dice que eso está mal! porque quisas cuanta gente sufra mas que tu, pero en cierto punto, todos tienen derecho a sufrir, por mas minimos que sea..

    pero eso ya es camino de cada uno.

    sobre las madres, si bien ya sabes, no todos tenemos la suerte de tener una de que siempre te apoye en cualquier aspecto tal como la tuya.

    con lo que a mi respecta, la mia no está ni ahi conmigo, aveces le baja el remordimiento y na mas.
    todo lo que se.. es por otros medios, jamas me enseñaron algo util, aunque gracias a su falta de atención pude formar mis propias opiniones, visiones de las cosas, aprender a defenderme, afrontar problemas, mis prinsipios y valores.
    la verdad no me quejo, la verdad me gusta tal como todo está.

    y como siempre, me fui en volá xDD.
    tu blog se ve mas interesante que el de tu respectivo hermano jojo.

    adeemon.

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  7. Anónimo11:33 p.m.

    Tiempo que no encontraba algo entretenido para leer...

    Me gusta como te expresas, das a conocer bien tus puntos de vista.
    Entendible y nada rebuscado, excelente.

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  8. Anónimo6:47 p.m.

    me encantó esta columna de verdad.
    alomejor no sé lo que es trabajar ni esforzame en la vida en realidad no valgo nada sin mi mamá porque soy una pendeja de 15 años y mis padres han echo todo el esfuerzo del mundo para darme lo que quiero y apoyarme en todo de pero si doy cuenta del esfuerzo que hace mi viejita en trabajar y cuando yo era un poco mas chica tuvo que dejarme en salas cunas o con alguna vecina para asi ella poder trabajar y salir adelante nose aveces no nos detenemos mucho a pensar en el esfuerz que hacen nuestro padres al menos los mios para darnos lo que queremos. no se ya me volee con el comentario besitos a ti nico y a frabrizio antonio igual jajaja.

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  9. Anónimo10:03 p.m.

    Nicolás:

    No querìa dejar pasar la oportunidad para decirle que todos los dìas dedico un tiempo para leer su Blog y he encontrado que ud. es un joven con los pies en la tierra, con sentido de pertenencia.
    Lo felicito por eso.
    En mi paìs son pocos los jòvenes que sabe lo que tienen y lo que se ha perdido.

    Estamos ante una sociedad con poco criterio por falta de sed conocimento. Adolecentes de 15 a 30 o 35 años que tienen una vida vacìa desde todo punto de vista.
    Cada dìa se lee y se estudia menos.
    Probablemente pasa eso acá en Colombia porque no hemos tenido un trauma socio-polìtico tan grande como lo tuvieron ustedes en Chile.

    Es evidente que estamos entrando a una era difìcil polìtica con nuestro presidente Uribe, y es una lástima ya que por esta razòn los jòvenes colombianos hasta ahora saben que es un presidente o un alcalde. Hasta hace unos meses a nadie le importaba el intercambio humanitario ni mucho menos quien gobernaba, pero bueeeennnnoooo, asi es la vida.

    Nuevamente lo felicito sobre todo por su manera de redactar.

    Un abrazo...
    Beatriz
    violitasandocan@hotmail.com

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  10. En cunto a politicos jovenes pienso lo mismo que tu. Los unicos referentes "jovenes" onda la Carolina Toha,Ominami,escobar.... Son muy pocos contra esos vejetes que aun no saben si eran o no parte de el clan de "lord voldemort" (si no lees Harry potter,mala cuea xD). Podrias tirarte a politico despues.

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  11. respecto a los treintones, que kieres q te diga, somos la generacion olvidada, todos se acuerdan de los sufridos jovenes de los 80 ( yo en los ochenta tenia como 6 años) o se enfocan en la nueva generacion de pinguinos!!
    pero kien chucha se acuerda de nosotros? siempre pasados por alto, si hasta para identificarse generacionalmete con nosotros nos tiran pa los 80!!! que chucha voy a saber yo de divo la carra si yo escuchaba a oasis, blur y toda esa mierda grunge que aun corre por mis venas y me tienta a mi y a otros treintones a vivir LIKE a TEEN SPIRIT???
    aun no sabemos pa donde vamos , ustedes tendran mas suerte, los de los 80 tenia un porq luchar , ustedes tambien pero nosotros ... todavia esperamos que la alegria llegue, pero estamos tan espantados de ver que el gran arcoiris es la misma mosca con distinta mierda que me pregunto ...pa que???
    pa terminar como los valientes del 80 , veraneando en cachagua sin acordarme de los pobres que supuestamente fueron su bandera de lucha!! whos care.
    no estoi ni ahi!!!

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